Adolescencia y sexualidad.

Rosa Sanchis y Enric Senabre

(Col·l3ctiu Baubo)

Editorial Rialla. València. 2005

CONTRAPORTADA

AUTORS

INTRODUCCIÓN

INTRODUCCIÓ (EN VALENCIÀ)

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Contraportada

Demasiados prejuicios en torno a la sexualidad. Demasiadas acusaciones contra la juventud. Demasiadas exigencias para la educación. Estos podrían ser los excesos contra los que se revuelve el libro que tenéis entre manos. Desde el estudio serio y riguroso de un entorno social concreto se desgranan toda una serie de consideraciones generales sobre la sexualidad de nuestros adolescentes; la posibilidad de educarla desde una perspectiva  lúdica, abierta y tolerante; y las consecuencias que ello podría traer a nuestra sociedad.

Todos estos aspectos convierten el presente trabajo en un espejo en el que mirar/mirarnos todos, padres y madres e hijos, jóvenes y adultos, alumnos y profesores. Puede ser que en su reflejo nos re-conozcamos mejor, en lo que somos y en lo que queremos ser; en lo que vemos y en lo que nos gustaría ver; en lo que hacemos y en lo que nos gustaría hacer.

Un anexo didáctico para el profesorado hace de este volumen una guía importantísima para comprender y educar la sexualidad de nuestros adolescentes.

 Los autores

Rosa Maria Sanchis Caudet (Benifairó de les Valls,1966) y Enric Senabre Carbonell (Alcoi, 1964) han desarrollado la mayor parte de su labor académica en el IES Marjana de Chiva. Desde sus áreas de trabajo de Filología catalana y Filosofía, respectivamente, han confluido en la educación sexual, aspecto al que han dedicado los últimos diez años. Fruto de esta colaboración han sido el presente trabajo, que se alzó con el premio Villa de Chiva de ensayo 2003, y toda una serie de proyectos de innovación y experimentación pedagógica sobre educación sexual que han culminado en un premio de transversalidad (2004) de la Conselleria d’Educació, cultura i esports por el proyecto “Educar la sexualidad: educar en la igualdad”.

Actualmente son profesores en activo en el IES Isabel de Villena de Valencia y el IES Escultor Francesc Badia de Foios.

Rosa: sancau@jazzfree.com

Enric: enrisena@ono.com  

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INTRODUCCIÓN

 El ensayo que tenéis en vuestras manos es el fruto de diez años de conversaciones y de trabajo sobre la sexualidad con los adolescentes de Chiva. Este estudio surge también del interés por un tema que implica tanto a maestros como a alumnos, a padres y a hijos, a políticos y a ciudadanos, porque todos tenemos el potencial de disfrutar de la sexualidad, aunque desgraciadamente muchos hayamos sufrido también las consecuencias de una educación limitadora y castradora. Lo queramos o no, la sexualidad es una dimensión humana que nos acompaña siempre, aunque en cada momento evolutivo la vivamos de una manera diferente. La sexualidad es una forma de comunicación humana, es una fuente de placer, de salud, de afectos y, cuando se desea, de reproducción. Desgraciadamente, nuestra cultura nos ha transmitido una sexualidad recortada, amordazada, ciega y sorda, esposada: una sexualidad genital y coital, para adultosnormales”, varones y heterosexuales, encaminada al matrimonio y a la reproducción.

Del trabajo con nuestros jóvenes y de la observación y el estudio de la realidad circundante, hemos llegado a la conclusión de que la mayoría de estos recortes continúan vigentes. Que la sexualidad de los pequeños, de los ancianos, o de los minusválidos físicos o psíquicos, no es tenida en cuenta. Que las mujeres tampoco deben mostrarse demasiado activas. Que los homosexuales, mejor si son familia de otros. Que la práctica sexual estrella es el coito. Y que el matrimonio continúa siendo la forma de relación social y legalmente favorecida.

Pero para saber más sobre la concepción de la sexualidad de los jóvenes de Chiva, pensábamos que era necesario conocer más objetivamente el saber que habíamos acumulado de manera personal y difusa y, por eso, decidimos diseñar una encuesta que nos aportara datos reales sobre los aspectos que más nos interesaban. Los resultados han sido estructurados en cinco capítulos que a continuación pasamos a presentar.

En el capítulo 1: La educación de la sexualidad, les hemos preguntado a nuestros alumnos si estaban satisfechos con la educación sexual recibida, dónde habían aprendido lo que sabían y dónde les hubiera gustado aprenderlo. En el capítulo 2, Mujeres y hombres, les hemos planteado si los hombres y las mujeres eran o debían ser diferentes respecto de las labores del hogar, en la familia y en la sexualidad, qué era para ellos la sexualidad, cuál era la parte de su cuerpo que más placer les proporcionaba y cuáles eran las prácticas más placenteras. En el capítulo 3, Prácticas sexuales, les hemos preguntado sobre su propia actividad sexual: qué han practicado, con quién, con qué frecuencia, cuándo y dónde. En el capítulo 4, Autopercepción, autoestima y expectativas vitales, nos han hablado sobre la estima de su cuerpo en general y de los genitales en particular, lo que valoran en la pareja y lo que esperan de su futuro afectivosexual. Finalmente, en el capítulo 5, Percepción y prevención de riesgos, les hemos preguntado sobre anticoncepción y prevención de enfermedades de transmisión sexual y sobre el aborto.

La lectura de los cinco capítulos que componen este ensayo no ha de hacerse linealmente, si no se desea. Cualquiera de los capítulos muestra con claridad nuestro objetivo prioritario: la necesidad de intervenir de manera consciente en el proceso de sexuación de nuestros jóvenes. Callar también es educar. Y muchas veces significa perpetuar el modelo ya existente, a la espera de que los jóvenes se las arreglen como puedan solos si quieren cambiar el modelo existente. Al fin y al cabo eso es lo que hemos tenido que hacer todos, aprender solos: y claro, así nos ha ido. Es evidente que nuestros jóvenes disponen ahora de una información que nosotros no teníamos, pero esto únicamente oculta la perpetuación del modelo existente.

La mayor parte de las explicaciones de los adultos sobre la sexualidad se refieren a los diversos aspectos de la reproducción. Hablar de sexualidad se confunde con hablar de relaciones sexuales y, frecuentemente, hablar de relaciones sexuales supone hablar de relaciones coitales. La visión que hemos de transmitir es que la sexualidad no es un coito y ya está. Expresar con cualquier parte de nuestro cuerpo un deseo, un sentimiento, descubrir el lenguaje de las caricias... todo eso es sexualidad. La sexualidad se manifiesta a través de  una gran variedad de formas de expresión y el hecho genital solamente es un aspecto más. La sexualidad tampoco es un instinto biológico destinado únicamente a la reproducción. Y aquí tenemos el clítoris para corroborarlo: a diferencia del resto de mamíferos y primates, este órgano produce placer independientemente de la reproducción. La sexualidad no se da solamente con personas del otro sexo. El deseo y el placer pueden surgir de nuestro propio cuerpo, con personas del mismo sexo o incluso con la imaginación a través de las fantasías sexuales.

            Y todo esto se debe decir. Y más cosas. Hablar de sexualidad es hablar de afectividad. Necesitamos transmitir una visión positiva que relacione la sexualidad con el placer, los sentimientos y el amor, y mostrarla como un aspecto de la personalidad que se debe afrontar con libertad, respeto y tolerancia, y no como un hecho vergonzoso o peligroso. Es necesario proporcionar información sobre el motivo por el que ocurren los hechos y las responsabilidades que se derivan, pero sin culpabilizar ni crear miedos infundados. En definitiva, se debe enseñar sexualidad porque si no lo hacemos nosotros, otros lo harán, movidos por intereses no tan loables, y con mucha menos preocupación por una educación integral y sana de la sexualidad.

INTRODUCCIÓ

 L’assaig que teniu a les mans és el fruit de deu anys de converses i treball sobre la sexualitat amb els adolescents de Xiva. Aquest estudi sorgeix també de l’interès per un tema que afecta tant mestres com aprenents, pares i fills, polítics i ciutadans, perquè tots n’hem gaudit i de segur també l’hem patit. Ho vulguem o no, la sexualitat és una dimensió humana que ens acompanya sempre, tot i que en cada moment evolutiu la vivim d'una manera diferent. La sexualitat és una forma de comunicació humana, és una font de plaer, de salut, d'afectivitat i, quan es desitja, de reproducció. Malauradament, la nostra cultura ens ha transmès una sexualitat retallada, emmordassada, cega i sorda, emmanillada: una sexualitat genital i coital, per a adultsnormals”, barons i heterosexuals, encaminada al matrimoni i a la reproducció.

Del treball amb els nostres joves i de l’observació i l’estudi de la realitat circumdant, hem arribat a la conclusió que la majoria d’aquestes retallades continuen vigents. Que la sexualitat dels menuts, dels ancians, o dels minusvàlids físics o psíquics, no és tinguda en compte. Que les dones tampoc no han de mostrar-se massa actives. Que els homosexuals, millor si li toquen a una altra família. Que la pràctica sexual estrella és el coit. I que el matrimoni continua sent la forma de relació socialment i legalment afavorida.

Però per saber més de la concepció de la sexualitat dels joves de Xiva, pensàvem que era necessari conèixer més objectivament el saber que havíem acumulat de manera més personal i difusa i, per a això, vam dissenyar una enquesta que ens aportara dades reals sobre els aspectes que ens interessaven. En el capítol 1: L’educació de la sexualitat, els hem preguntat als nostres alumnes si estaven satisfets amb l’educació sexual rebuda, on havien après el que sabien i on els hauria agradat aprendre-ho. En el capítol 2, Dones i homes, els hem preguntat si els homes i les dones eren o havien de ser diferents en les tasques de la llar, en la família i en la sexualitat, què era per a ells la sexualitat, quina era la font de plaer del seu cos i quines les pràctiques més plaents. En el capítol 3, Pràctiques sexuals, els hem preguntat sobre la seua pròpia activitat sexual: què havien fet, amb qui, amb quina freqüència, quan i on. En el capítol 4, Autopercepció, autoestima i expectatives vitals, ens han parlat sobre l’estima del seu cos en general i dels genitals en particular, el que valoraven en la parella i el que esperaven respecte del futur afectivosexual. Finalment, en el capítol 5, Percepció i prevenció dels riscs, els hem preguntat sobre anticoncepció i prevenció de malalties de transmissió sexual i sobre l’avortament.

La lectura dels cinc capítols que conformen aquest assaig no s’ha de fer linealment, si no es desitja. Qualsevol dels apartats mostra amb claredat l’objectiu que pretenem per damunt de tot: la necessitat d’intervenir de manera conscient en el procés de sexuació dels nostres joves. Callar també és educar. I moltes vegades significa perpetuar el model ja existent, a l’espera que els joves s’ho apanyen sols si volen trobar models alternatius. És el que hem hagut de fer tots, aprendre sols: i així ens ha anat. És evident que els nostres joves disposen ara d’una informació que nosaltres no teníem, però això no fa sinó tapar les mordasses de què parlàvem abans, perquè el model és el mateix.

La major part de les explicacions dels adults sobre la sexualitat es refereixen als diversos aspectes de la reproducció. Parlar de sexualitat es confon amb parlar de relacions sexuals i, freqüentment, parlar de relacions sexuals suposa parlar de relacions coitals. La visió que hem de donar és que la sexualitat no és un coit. Expressar amb qualsevol part del nostre cos un desig, un sentiment, descobrir el llenguatge de les carícies... tot això és sexualitat. La sexualitat té una gran varietat de formes d'expressió i el fet genital solament n’és un aspecte més. La sexualitat tampoc no és un instint biològic sols per a la reproducció. I aquí tenim el clítoris per a corroborar-ho: a diferència de la resta de mamífers i primats, aquest òrgan produeix plaer independentment de la reproducció. La sexualitat no es dóna solament amb persones de l'altre sexe. El desig i el plaer poden sorgir del nostre propi cos, amb persones del mateix sexe o fins i tot amb la imaginació a través de les fantasies sexuals.

            I tot això s’ha de dir. I més. Parlar de sexualitat és parlar d’afectivitat. Cal transmetre una visió positiva que relacione la sexualitat amb el plaer, els sentiments i l'amor, i mostrar-la com un aspecte de la personalitat que s’ha d’encarar amb llibertat, respecte i tolerància, i no com un fet vergonyós o perillós. Cal donar informació sobre el motiu pel qual ocorren els fets i les responsabilitats tocant a aquests esdeveniments, però sense culpabilitzar ni crear pors. En definitiva, s’ha d’ensenyar sexualitat perquè si no ho fem nosaltres, altres, moguts per interessos no tan lloables, i amb molt menys d’estima, de segur que ho faran.

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