ECOLOGÍA Y SOLIDARIDAD

ÉTICA

 

1. PROBLEMAS MEDIOAMBIENTALES Y SOLIDARIDAD

2. ECOLOGISMO Y UTILITARISMO SOCIAL

3. CONSUMO RESPONSABLE Y ESTOICISMO

 

1. PROBLEMAS MEDIOAMBIENTALES Y SOLIDARIDAD

Los problemas medioambientales mantienen el planeta en vilo, al borde del colapso. Contaminación de las aguas, del ambiente, destrucción de los bosques, desertización, escasez de agua, etc. Todo ello ante la mirada atenta y un tanto despreocupada de la humanidad. 

Posiblemente la concienciación y el conocimiento de estos problemas sea un primer paso para resolverlos, por ello presentamos aquí un mapamundi en el que se sitúan los principales problemas del medio ambiente de nuestro tiempo.

Atlas de Le Monde Diplomatique. 

Estos problemas que hemos podido captar visualmente, requieren explicación, por ello presentamos aquí un extracto del libro de Xavier Pastor,   En defensa del medio ambiente”, del Círculo de lectores, en el que hace un repaso de los mismos:

La crisis de la industria pesquera mundial

Hace tiempo que Greenpeace viene advirtiendo del gran peligro que corren los océanos debido a la sobrepesca. No sólo se están reduciendo muchas de las reservas pesqueras más importantes, algunas incluso se están agotando -como es el caso del bacalao en la costa este de Canadá. Además, la excesiva presión que se ejerce sobre los recursos pesqueros está poniendo en peligro de extinción a muchos otros animales marinos. Desde el Pacífico Norte y el Océano Atlántico hasta el Pacífico Sur en la Antártida, los mamíferos y aves marinas, los tiburones y otras especies de la intrincada red de la biodiversidad marina están siendo sobreexplotados o capturados y desechados como capturas accidentales. La industria pesquera amenaza con estas capturas a especies que son eslabones esenciales en la cadena trófica marina.

Los analistas de las industrias pesqueras de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) han informado de que prácticamente el 70 % de las pesquerías del mundo están completamente explotadas, sobreexplotadas o agotadas. A este problema hay que añadir el enorme derroche de la flota pesquera industrial, que captura y devuelve muertos al mar una gran parte de los 2.7 millones de animales marinos que se tiran por la borda aproximadamente cada año. (Pag. 42)

 

La expoliación de los bosques:

La supervivencia de la humanidad depende del correcto         funcionamiento de los ecosistemas naturales del planeta, incluidos los bosques, hogar de multitud de especies animales y vegetales. El bosque proporciona muchos servicios esenciales, tales como la regulación del clima y los ciclos de nutrientes y del agua. Es fuente de alimentos, fibra, combustible, medicinas y materiales de construcción que         sostienen la economía, así como de valores culturales y éticos que dan sentido a las sociedades humanas. Durante siglos, el uso irracional de los bosques ha reducido, degradado, destruido e incluso eliminado completamente los ecosistemas forestales. Cientos de miles de especies que dependen de los bosques se enfrentan a la extinción en las próximas décadas a causa de la explotación  abusiva. En la actualidad, la mayor parte de las amenazas del bosque procede de las sociedades industrializadas.

         La opinión pública mundial sabe que los bosques están siendo destruidos y que las prácticas de tala utilizadas sobre todo por las industrias madereras son insostenibles. Además, los movimientos ecologistas y de derechos humanos han demostrado que la destrucción de las masas boscosas tropicales, boreales y templadas es a menudo estimulada         por la excesiva demanda de consumo en mercados lejanos, particularmente de países industrializados. (pág. 58)

La contaminación de las aguas:

La contaminación del agua supone la pérdida irreparable del recurso. Los vertidos de sustancias tóxicas contaminan grandes masas de agua que no pueden volver a utilizarse sin graves riesgos. Además de los contaminantes orgánicos, el ser humano ha creado más de 50.000 sustancias químicas sintéticas, muchas de ellas con características tóxicas, persistentes y bioacumulativas, que acaban contaminando el medio acuático.

El incremento espectacular del consumo de agua, unido a falta de conciencia de su escasez y a la política de aumento de la oferta, es un factor clave en el análisis del problema. Con un sector agrario que consume el 8o % del agua y la aparición de nuevas actividades en otros sectores como la construcción de campos de golf o de piscinas, el futuro no es muy esperanzador. La tregua en los conflictos del agua, que se produce en los años de grandes precipitaciones, empieza a ser la excepción y no la norma. La promesa de agua abundante para todos es falsa y nunca podrá cumplirse. Las predicciones de los expertos internacionales en impactos de cambio climático (consecuencia de la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero procedentes de la actividad humana) auguran para la región mediterránea menor cantidad de precipitaciones y más concentradas o, lo que es lo mismo, períodos, más largos de sequía y lluvias intensas en poco tiempo. (pág. 81)

 

La contaminación genética:

Qué es la manipulación genética. Los genes determinan las cualidades de los organismos, pero no son piezas inertes de una maquinaria, sino que interaccionan entre sí y con el medio ambiente, dando lugar a la inmensa variedad de organismos que hoy viven en el planeta, resultado de millones de años de evolución. Hasta hace poco, la evolución natural había limitado y dirigido el intercambio de material genético. Por ejemplo, un perro y un gato no podían reproducirse entre sí, y de esta forma el material genético de las dos especies se mantenía separado. La situación es

la misma para otras muchas especies animales y vegetales que durante millones de años se han desarrollado y ahora forman parte de los ecosistemas naturales. Estos ecosistemas variados actúan de manera equilibrada y dinámica, y conjuntamente conservan la vida en la Tierra. La ingeniería genética altera estas dinámicas.

         La manipulación genética implica realizar una injerencia en la masa hereditaria de un organismo para cambiar sus cualidades, es decir, se trata esencialmente de trasladar material genético de una a otra especie y así dar origen a una cualidad deseada. Se suele describir como un desarrollo de la mejora genética artificial tradicional, pero, en realidad, se trata de algo totalmente distinto: en vez de cruzar diferentes clases, razas y especies que están relacionadas entre sí, se unen las masas hereditarias de especies muy alejadas, tanto que la naturaleza por sí misma jamás hubiese mezclado. El objetivo principal de la manipulación genética es que el organismo se desarrolle bien en un ambiente nuevo, que produzca más, que sea resistente a enfermedades y plagas, que tenga ciertas cualidades o que tolere sustancias tóxicas. (pág. 91)

 

Las basuras:

A lo largo de los últimos 3o años el aumento en la producción de basuras en nuestro país ha sido espectacular. El consumo de los plásticos, por ejemplo, ha aumentado de 1,29 kilogramos por habitante en 1960, hasta 59,11 en 1992. Del mismo modo, han aumentado los problemas de todo tipo generados por una producción de basuras que supera hoy en día el kilogramo por persona y día. La única forma de reducir la cantidad de los residuos es no generarlos. Para conseguir este objetivo, los productos deberían ser duraderos, fáciles de reparar y reutilizables. Sólo al final de su vida, serían reintroducidos en el ciclo del producto, mediante el reciclaje. Sin embargo, los productos están diseñados para durar cada vez menos y en muchos casos son de un solo uso.

El reciclaje de las basuras es un concepto que cada vez se está extendiendo más en nuestra sociedad. La poca o nula información que tenemos los ciudadanos sobre los problemas que el aumento excesivo de basuras y su gestión (vertido o incineración) ocasionan en el medio ambiente, el impacto ambiental que origina la fabricación de los productos que la sociedad consume a lo largo de todo su ciclo de vida, qué es reciclaje y el hecho de que los responsables de los ayuntamientos se declaren defensores del reciclaje mientras promueven plantas incineradoras, está provocando desinformación y confusión. p.171

La ley de las 3 erres

 reducir, reutilizar y reciclar. Para darle un respiro a nuestro planeta, tenemos que reducir el volumen de productos que consumimos, así como el uso de

todo aquello que proceda de recursos naturales que puedan agotarse algún día. Para fabricar productos de todo tipo necesitamos materias primas, agua, energía, minerales, etc., que pueden agotarse o tardar muchísimo tiempoen renovarse. La mayoría de los productos que consumimos en la actualidad generan basura -en muchos casos innecesaria, como el exceso de envoltorios de muchos productos- que terminan contaminando el aire, el agua y elsuelo.

         Cuantos más objetos reutilicemos, menos basura produciremos y menos recursos agotables tendremos que «gastar».

         Reciclar consiste en volver a utilizar materiales para volver a fabricar productos similares. Este paso debe ser el último de los mencionados anteriormente. Si no podemos reducir el consumo de algo en particular, ni tampoco reutilizarlo, entonces, al adquirirlo hay que tener siempre en cuenta que ese producto pueda reciclarse. ¿Qué es lo que puede reciclarse sin problemas? El papel, el cartón, el cristal, los restos de comida (para hacer abono orgánica, también llamado compost), etc.(p.174-5)

 

LA REVOLUCIÓN SOLAR

Las alternativas tecnológicas para iniciar el camino de reducir las emisiones de dióxido de carbono existen, y llevarlas a la práctica es una cuestión de voluntad política. La energía que proviene del Sol es limpia, renovable y tan abundante que la cantidad que recibe la Tierra en 3o minutos es equivalente a toda la energía eléctrica consumida por la humanidad en un año. Existen varias formas de aprovecharla. Una de las más interesantes es la energía solar fotovoltaica, consistente en unas células de silicio montadas sobre módulos que convierten directamente la luz natural del Sol en electricidad. La energía solar fotovoltaica permite abastecer de electricidad cualquier instalación de forma autónoma, esté donde esté: viviendas, sistemas de telecomunicaciones, bombeo de agua, etc. En estos casos, para asegurar un funcionamiento continuado es necesario almacenar la energía para utilizarla cuando se precise, para lo que normalmente se usan baterías. (p.118)

 

Las soluciones pasan por lo siguiente: 

Las alternativas tecnológicas para iniciar el camino de reducir las emisiones de dióxido de carbono existen, y llevarlas a la práctica es una cuestión de voluntad política. La energía que proviene del Sol es limpia, renovable y tan abundante que la cantidad que recibe la Tierra en 3o minutos es equivalente a toda la energía eléctrica consumida por la humanidad en un año. Existen varias formas de aprovecharla. Una de las más interesantes es la energía solar fotovoltaica, consistente en unas células de silicio montadas sobre módulos que convierten directamente la luz natural del Sol en electricidad. La energía solar fotovoltaica permite abastecer de electricidad cualquier instalación de forma autónoma, esté donde esté: viviendas, sistemas de telecomunicaciones, bombeo de agua, etc. En estos casos, para asegurar un funcionamiento continuado es necesario almacenar la energía para utilizarla cuando se precise, para lo que normalmente se usan baterías. (p.118)

EJERCICIOS

Intentos de solución han habido, y las diferentes cumbres del planeta son un ejemplo, aunque las dificultades y los conflictos de intereses afloran cada vez que se intenta consensuar unas medidas atrevidas de defensa del medio ambiente.

“Cumbre de Kioto.

La Segunda Cumbre de la Tierra celebraba en el verano de 1997 en Nueva  York, ya puso de manifiesto la escasa voluntad política internacional mostrada para tomar medidas encaminadas a frenar el cambio climático. Por ello, la opinión pública mundial estaba expectante ante la Cumbre de Kioto, celebrada a finales de ese mismo año. No en vano iba a ser una cumbre histórica en la que por primera vez se tenían que tomar unas decisiones que obligarían a los países desarrollados a reducir sus emisiones de gases causantes del cambio climático.        

Sería la primera vez que la humanidad se autoimpondría un límite en el consumo de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) por imperativo ecológico. Los delegados de los 170 países firmantes del convenio marco de Naciones Unidas sobre el cambio climático se reunieron a puerta cerrada por grupos para negociar cada uno de los párrafos que se pondrían, quitarían o cambiarían del borrador del Protocolo de Kioto. Sin embargo, en estas importantes reuniones apenas se habló del cambio climático, y más bien se intercambiaron (o se impusieron) medidas de actuación y trampas para no hacer nada, teniendo en cuenta intereses económicos y políticos.

                 

 

Greenpeace estuvo presente en la cumbre. Su objetivo era conseguir un acuerdo vinculante para que todos los         países desarrollados, sin excepción, se comprometiesen a reducir las emisiones de todos los gases que provocan el cambio climático en al menos un 20 % para el año 2005 respecto a 1990. La mayoría de países deseaba una reducción de emisiones significativa. Sin embargo, se estableció una dinámica de bloqueo de decisiones que favorecía a la minoría que no deseaba un Protocolo, o que éste fuera lo más vacío e inoperante posible. Esta dinámica fue utilizada hasta el extremo por Estados Unidos, que desde el  primer momento trató de imponer sus propuestas. El único<<poder fáctico>> que le hizo frente fue la Unión Europea, que al final claudicó en todos los puntos. Estados Unidos se limitó a proponer una serie de trampas por las que un determinado objetivo de reducción de emisiones podría suponer en realidad un aumento: contabilizar las plantaciones de árboles como sumideros de dióxido de carbono y utilizarlo como razón para no tener que reducir tanto las  emisiones; permitir que unos países puedan comprar a otros sus «derechos de emisión», incluso en caso de países como Rusia, que por su situación económica no habrían          emitido y que ahora podía hacerlo en su lugar Estados Unidos; crear un mecanismo que obligase de manera aparentemente voluntaria a los países en desarrollo a reducir sus emisiones mediante ayudas de los países desarrollados, que podrían contabilizar esas reducciones «baratas» como si las hubiesen hecho en casa, etc. En un momento determinado, ni los técnicos de las delegaciones fueron capaces de entender lo que realmente significaba el cambio de una coma, palabra o párrafo. 

En definitiva, el Protocolo de Kioto fija un objetivo para reducir las emisiones de los seis gases invernadero de origen humano (CO2, CH4, N2O, HFC, PFC y SF6) en un 5,2% en el período 2008-2012 respecto a 1990 0 1995. Pero esa reducción, ya de por sí insuficiente y tardía, puede que al final no sea una reducción en términos reales. Además, se establece un objetivo distinto para cada país, de manera que hay países que pueden aumentar sus emisiones. Y no hay mecanismos suficientes para asegurar el cumplimiento de lo acordado y poder reforzar el Protocolo en el futuro. En Kioto se diagnosticó que el planeta sufre una grave enfermedad (el cambio climático), se ha reconocido la causa y sus consecuencias, se sabe cuál es la medicina (reducir las emisiones) pero se ha decidido no empezar la medicación hasta dentro de 10 o 15 años, y el planeta no puede esperar tanto.”

PASTOR, X. En defensa del medio ambiente. C. De lectores. (p. 112-3)

Los resultados, como afirma X. Pastor en este texto, han sido muy discutibles, sobre todo porque los países industrializados y más contaminantes se resisten a reducir sus emisiones contaminantes. El caso de EEUU es especialmente grave, puesto que ha desafiado explícitamente a la comunidad mundial en cuanto a sus reducciones de gases contaminantes:

 

Ir a la portada de "ELPAIS.ES"  Viernes 15 de Febrero de 2002

Bush vincula la reducción de gases de efecto invernadero al crecimiento económico de EEUU
El plan estadounidense ofrece incentivos fiscales a las empresas que limiten sus gases

R. M. DE RITUERTO | Chicago El presidente estadounidense, George Bush, planteó ayer su alternativa al Protocolo de Kioto, basada en una reducción voluntaria e incentivada (con rebajas fiscales por valor de 5.300 millones de euros en cinco años) de la emisión de gases que refuerzan el efecto invernadero provocando el cambio climático. La nueva estrategia de Bush, quien al llegar a la Casa Blanca repudió el acuerdo alcanzado en 1997 en Kioto, se marca como objetivo una reducción del 18% de aquí al año 2012 mediante una fórmula que vincula la disminución al crecimiento económico (se trata de pasar en diez años de las actuales 183 toneladas métricas por millón de dólares de PIB a 151 toneladas métricas por millón de PIB).

La propuesta de Bush, incentivada con concesiones fiscales a empresas, agricultores y particulares, fue criticada por los defensores del medio ambiente, que la calificaron de "inestable", y desde el sector industrial, que consideró que en el futuro impondrá la obligatoriedad de los recortes de emisiones.

El Protocolo de Kioto, de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, establece que en el plazo 2008-12 los países industrializados reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero, responsables del aumento de las temperaturas medias de la Tierra, en un 5,2% respecto al nivel de 1990. Para EE UU la reducción es del 7% y para la UE del 8%.

Bush, escéptico sobre las causas del efecto invernadero -al alimón con el Congreso, contrario a cualquier injerencia internacional en las políticas de Estados Unidos-, rechazó el pasado mes de marzo Kioto con el argumento, repetido ayer, de que su puesta en práctica tendría desastrosos costes económicos y sociales, con reducción de PIB y la pérdida de millones de puestos de trabajo.

De ahí las palabras pronunciadas en la tarde de ayer en la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica: "Esta nueva estrategia se basa en la idea de sentido común de que el crecimiento económico sostenido es la clave para el progreso medioambiental, porque es el crecimiento lo que proporciona los recursos para la inversión en tecnologías limpias".

Desconfían los ecologistas de la relación que se establece con el crecimiento económico, por estimar que un aumento del PIB conllevará mayores emisiones de los gases, aunque haya reducción en términos relativos. "Son medidas voluntarias vinculadas a la salud de la economía que convierten a Estados Unidos en un amigo nada fiable del clima global", dice Dan Becker, portavoz del Sierra Club, la mayor organización medioambiental de EE UU. "Si la economía va bien, hacemos algo modesto; cuando no, arrojamos por la borda el calentamiento global".

EJERCICIOS

Urgen soluciones y deben ser más profundas, posiblemente debamos cambiar incluso nuestra propia concepción ética, y cambiar la prioridad de valores que estábamos acostumbrados a colocar. En estos la solidaridad deberá ocupar un lugar y tener un sentido mucho más profundo que el que aparece en el siguiente anuncio aparecido en prensa, en el que la solidaridad es sustituida por la rentabilidad, en el mas puro descaro economicista y egoísta social.

El sentido más profundo podría venir en la siguiente dirección:

Porque si se está de acuerdo en admitir que el desarrollo sostenible es, esencialmente, la puesta en marcha de tres solidaridades -en el seno de la propia comunidad, con el resto de los habitantes del planeta y con las generaciones futuras-, es necesario constatar que esas solidaridades están en contradicción con la propia esencia del liberalismo.

De hecho resulta difícil hablar de solidaridad entre humanos, próximos o lejanos, cuando los informes oficiales (BM, PNUD, CNUCD) revelan, y documentan, un aumento de las desigualdades, tanto en el seno de los propios estados, como entre los propios países. Desde este punto de vista, también existe globalización. Y, desde hace mucho tiempo, se sabe que la extrema pobreza -recientemente descubierta por el BM- que afecta al menos a la mitad de los 6000 habitantes de la tierra, es tan destructora de los medios naturales, como la riqueza en su saqueo de energía y espacio. En cuanto a la idea de solidaridad  con las generaciones futuras, es algo que debe hacer troncharse de risa a los patronos y accionistas de las multinacionales, para quienes el horizonte más lejano es el próximo informe trimestral que determinará la cotización de sus acciones. Y no hablemos de los gestores de fondos de pensiones (...)

Ninguna política de desarrollo sostenible es compatible con la inseguridad, la inestabilidad y la carrera contra el tiempo instantáneo que provoca la dinámica desenfrenada hacia los beneficios, obsesión de los nuevos amos del mundo que son los mercados..

Cassen, Bernard.”Catástrofes poco naturales” Le monde diplomatique. Nº 53  

Para esta revolución, un cambio de paradigma económico podría ser de utilidad. Y para ello el mayor reto al capitalismo fue el marxismo, que aunque hoy no esté precisamente de moda, seguro que tiene cosas que aportar:

 EXPLICACIÓN:

Ø       Carlos Marx fue un filósofo y economista alemán del siglo XIX que revolucionó el pensamiento y la historia de la humanidad.

Ø       Consideraba que el sistema capitalista era radicalmente injusto porque negaba a la mayor parte de la humanidad los mínimos derechos necesarios para vivir dignamente.

Ø       Pensaba que la revolución estaba legitimada para introducir los cambios sociales necesarios que permitiesen vivir con dignidad a la humanidad entera.

Ø       Creía en la solidaridad como fuerza motriz fundamental de la humanidad, puesto que pensaba que el ser humano era un ser social fundamentalmente.

"Las armas con que la burguesía abatió al feudalismo se vuelven ahora contra  ella  misma.  Pero  la burguesía no sólo ha forjado las armas que le acarrearán la  muerte, sino   también  a los hombres que han  de  manejarlas,  los obreros modernos, los proletarios. En  la  misma  medida  en  que  se  desarrollaba  la burguesía, es decir, el capital, se desarrollaba asimismo el proletariado, la clase de los obreros modernos, que tan sólo  puede vivir a condición de hallar trabajo y tan  sólo pueden hallar  trabajo  a  condición  de  que  éste  acreciente  el capital.  Estos obreros, obligados a venderse uno a uno como piezas,  son una mercancía como  cualquier otro  artículo de comercio  y,  como  tal,  expuestos a  los  altibajos  de la competencia, a las oscilaciones del mercado. La  expansión de  la  maquinaria  y la  división del trabajo  han hecho que la  faena de  los  proletarios pierda toda autonomía y cualquier clase de estímulo.  Se convierten en meros apéndices de  la  máquina y tan  sólo  se  exige de ellos las manipulaciones más simples, monótonas y fáciles de aprender.  Los costos que el proletario origina se reducen a poco  más  del  monto  de  los  víveres  necesarios  para su subsistencia y la reproducción de su especie.  El precio de una mercancía y, por tanto, también el del trabajo mismo, es igual a los costos de su  producción.  En la misma medida en que  aumenta  el  carácter  odioso  del  trabajo, disminuye, consecuentemente, el salario. Más aún: en la misma medida en que  van aumentando  las máquinas y  progresando la división del trabajo,  aumenta también  la  masa  de  trabajo  o bien mediante el  aumento del número  de horas de trabajo  o bien mediante  el aumento del  trabajo exigido en  cada unidad de tiempo determinado por el  funcionamiento más  rápido de las máquinas, etc."

             Marx y Engels,El manifiesto comunista. Ed.Alhambra.

EJERCICIOS

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