EDUCAR EN LA SOLIDARITAT

ECOLOGISME

EDUCACIÓ

 

 

ES POT EDUCAR EN LA SOLIDARITAT?

COM AFRONTAR L'ACTUAL SITUACIÓ DEL PLANETA PEL QUE FA AL MEDI AMBIENT I AL REPARTIMENT DE LA RIQUESA?

La solidaritat és el gran valor oblidat dels nostes temps. De fet ja ho fou quan es plantejà la triada famosa per la revolució francesa, de la que la fraternitat fou el primer valor sacrificat pel gir dretà de la revolta. Però avui sembla que aquesta haja estat el valor més incòmode, menys assumible per als propòsits de la societat liberal.

Potser per això és tan difícil educar en uns valors que són entesos de manera reduïda en la societat vigent. Més encara si volem ampliar el sentit de la solidaritat no sols a la solidaritat entre els nostres (que planteja el problema de l'assistència social dins de les nostres societats), sinó amb el món sencer (que l'amplia al problema de la pobresa a la humanitat) i amb les generacions futures (que planteja el problema ecològic en tota la seua intensitat).

De ahi la dificultat de fomentar la reflexió ètica des d'unes situacions socials que justifiquen moralment l'estat de la qüestió, però el repte està ahí i no podem renunciar a ell. Partir d'aquesta evidència pot ser un bon revulsiu.

"Estamos en un mundo en el que la quinta parte más rica de la población dispone de un 80 por 100 de los recursos, mientras que la quinta parte más pobre percibe apenas el 5 por 100."

Estefanía, Joaquín. La nueva economía. la globalización.Temas de debate. p.26


Aquesta injusta situació de repartiment econòmic ha provocat divereses situacions crítiques en el repartiment dels aliments, que han causat situacions límit que el món occidental tendeix a veure com "inevitables", evitant així comprometre's en la seua solució. Però al contrari del que es pensa aquestes situacions podrien evitar-se, i el primer pas seria buscar les causes:

"¿Por qué? porque el hambre se ha convertido en un arma política. Ya ninguna hambruna es gratuita. Una verdadera estrategia del hambre se ha puesto en marcha, conducida con una indecencia increíble por dirigentes u organizaciones a los que el final de la guerra fría privó de una renta financiera.(...) En Somalia, en Sudán, en Liberia, en Corea del Norte, en Birmania o en Afganistán, responsables gubernamentales o "señores de la guerra" toman como rehenes a inocentes, les convierten en hambrientos para alcanzar sus objetiovos.(...)
Conocido por sus trabajos en los que muestra cómo las políticas de ciertos gobiernos pueden ser causantes de las hambrunas, incluso cuando abundan los alimentos, Amartya Sen, que acaba de recibir el Premio Nobel de Economía."

Ramonet, Ignacio. Estrategias sobre el hambre. Le Monde diplomatique, nº 37.

Des del moment que la presa de consciència sobre les responsabilitats del Nord ric en la misèria del sud s'haja establit, des d'aleshores es pot passar a l'acció, i ahi és quan cal una perspectiva global que tinga en compte els problems de repartiment de la riquesa de manera relacionada amb els problemes ecològics. El deute extern que ofega els paisos pobres podria ser una bona moneda de canvi amb la conservació del medi ambient, podent així solucionar dos problemes mundials a l'hora:

      "Pero no sólo puede discutirse el no-pago de la deuda externa, sino que además podría discutirse la reclamación de la deuda ecológica.
En efecto, la cuestión no es sólo ajustar la economía financiera a la economía productiva, sino ajustar esta a una verdadera economía ecológicamente sostenible. Como no ha sido así, como durante siglos ha habido una explotación del Sur por el Norte, cabe reclamar una Deuda Ecológica.(A conter dels gastos de no haver pagat el manteniment dels recursos naturals, els danys per exportacions indiscriminades, els recursos esgotables, els coneixements no adquirits, els residus importats, l'us de l'espai ambiental)

Como muchos paises dejarán de pagar deudas externas (Indonesia, sin duda, Venezuela) ¿no es una buena idea vincular el no-pago de la deuda externa al "Jubileo" del año 2000, y unir ese no-pago al reclamo de la deuda ecológica?
Exigir la justicia ambiental, local y global, insistir en el tema de la Deuda Ecológica, sería una buena contribución desde el Sur para impedir las consecuencias sociales más terribles de la crisis económica que crece, y al mismo tiempo sería una contribución importante al debate internacional sobre la sustentabilidad ecológica de la economía, que corre el riesgo de quedar relegado en época de crisis económica."
Martínez Alier, Joan. Se pinchó el globo. Le monde diplomatique nº35

Però llavors ens cal una presa de consciència prèvia afegida a la del problema de pobresa del món, que és la consciència del problema ecològic del planeta. Xavier Pastor, al seu llibre En defensa del medio ambiente, planteja els principals reptes ecologics a que ens enfrontem:

Els principals problemes medioambientals a que ha de fer front l'humanitat són:
a) Respecte a la biodiversitat:
- la sobrexplotació dels recursos pesquers
- la deforestació
- el retrocés de les zones costeres
- l'escasesa d'aigua
- la contaminació genètica
b) Respecte al clima:
- El canvi climàtic
- l'ús d'energia solar
- els problemes de l'energia nuclear
c) Respecte a la producció contaminant.
- El CFC
- El PVC
- El reciclatge com alternativa
Xavier Pastor. En defensa del medio ambiente. Cercle de lectors. p.42


A partir de la presa de consciència, hauria de venir la presa de decisions, que és el que sembla que els governs mundials volen fer a les diferents cimeres, del clima, del planeta, de l'aigua, etc. però que queden en mesures curtes de perspectiva o amb escassa voluntat d'acompliment:

El único, además de escupir al cielo, ha dado un grave tropezón. Porque en Kioto se ha demostrado que el sistema económico ya no atiende ni siquiera a su primer valedor y hasta hace muy poco gran legitimador ante la sociedad. Los científicos, en efecto, venían otorgando altas dosis de credibilidad a la mayoría de las decisiones de los grandes empresarios y a no pocas de los políticos.
Por eso, acaso el aspecto más relevante de lo acontecido a lo largo de las dos últimas semanas sea el conato de divorcio entre la razón económica y la científica, antes tantas veces abrazadas. Esto tal vez potencie la llegada del fin de la unanimidad desarrollista, lo que podría aliviar a los humanos de a pie, ya que a la atmósfera no vamos a darle tregua ni respiro.
En Kioto, insisto, ha comenzado a agrandarse la fisura entre conocimiento racional y mercado. Pero, una vez más, lo oscuro es principio de lo lúcido. El aire al menos cuenta desde ahora, entre sus aliados, con las mejores mentes del planeta.
La segunda desgracia que nos cae encima, aunque venía paseándose desde hace tiempo por los peores horizontes, es que finalmente habrá un mercado del aire. Lo único por lo que todavía no pagábamos será objeto de transacciones monetarias. Sólo que los agentes comerciales serán atípicos, porque negociarán empresas contaminantes, muy poderosas, y Estados subdesarrollados u oportunistas. Todo ello en el que será el más sucio intercambio comercial de la historia. Se venderá la transparencia y el equilibrio térmico a cambio de humos y calor creciente.
No es lo peor parado el aire, por suerte protagonista durante casi dos semanas en la irrealidad mediática, sino nosotros mismos.
Porque, tras descartar en buena medida la opinión de los científicos, se desprecia también, y del todo, la ilusión de los agentes más activos de la sociedad civil, con el consiguiente coste social en credibilidad para las opciones globales que beneficien a inmensas mayorías. La ONU sigue siendo obligada a fracasar.
Se aplaza y acaso se dinamite localmente -ahí está la amenaza de los senadores republicanos estadounidenses- el acuerdo general. Se menoscaba, por tanto, una vez más, la buscada cohesión de la humanidad en su conjunto en tareas tan creativas y cruciales como asegurar el futuro de un clima sustentador y no vapuleado y crispado.
Otra secuela de Kioto que escalda es la lentitud con la que se va a comenzar a minimizar la destrucción del primer principio de la vida. Cuesta creer que se vayan a perder nada menos que 16 años, es decir, los que median entre 1992 y 2008, por tanto, desde que los solemnes compromisos de la conferencia de Río abrieron la imperiosa necesidad de no seguir acelerando el cambio climático hasta la puesta en marcha de las primeras medidas.
Finalmente, habría que destacar la tacañería, el roñoso porcentaje de disminución de la suciedad atmosférica acordado. Incluso un país, China, de continuar como ahora su desarrollo industrial, va a sumar él solo más veneno en las venas del cielo que toda la tan futura mengua mundial de los gases de efecto invernadero. Inasible resulta al mismo tiempo la ausencia de cualquier mecanismo que permita un seguimiento o control de lo acordado.
Para nunca ha quedado, por otra parte, el todavía más necesario compromiso de no seguir devastando los bosques y mares del planeta que actúan de filtros y sumideros de nuestros excesos energéticos.
Se puede, desde luego, encontrar consuelo en aquello de que más vale un mínimo acuerdo de mínimos que la continuidad del flagrante incumplimiento de lo ya comprometido desde la cumbre del 92. Y, desde luego, la esperanza es el mejor antídoto frente a la incoherencia. Por eso sólo cabe confiar en que la sociedad civil recupere su independencia y sus derechos y los exija cumplir. La transparencia es un patrimonio común de todos los vivos, y a su restablecimiento debemos ponernos sin esperar a poder político alguno ni, desde luego, a quienes gobiernan a los Gobiernos. Nadie puede obligarnos a no ahorrar en la factura de la luz y de las gasolineras. Todos podemos tomar la decisión personal de no contribuir a esta hoguera del aire. ¡Que no nos escalfen en el calor de su codicia! 
Joaquín Araújo.Planeta escalfado. El país. 16/12/97 

Amb aquesta perspectiva, només un concepte de solidaritat que abarque totes aquestes vessants del problema humà, podria donar resposta a tantes incògnites. Un concepte de solidaritat com el que plantejavem al principi d'aquesta fulla i que plantejà Bernard Cassen a Le Monde Diplomatique:

"Porque si se está de acuerdo en admitir que el desarrollo sostenible es, esencialmente, la puesta en marcha de tres solidaridades -en el seno de la propia comunidad, con el resto de los habitantes del planeta y con las generaciones futuras-, es necesario constatar que esas solidaridades están en contradicción con la propia esencia del liberalismo.
De hecho resulta dificil hablar de solidaridad entre humanos, próximos o lejanos, cuando los informes oficiales (BM, PNUD, CNUCD) revelan, y documentan, un aumento de las desigualdades, tanto en el seno de los propios estados, como entre los propios países. 

Desde este punto de vista, también existe globalización. Y, desde hace mucho tiempo, se sabe que la extrema pobreza -recientemente descubierta por el BM- que afecta al menos a la mitad de los 6000 habitantes de la tierra, es tan destructora de los medios naturales, como la riqueza en su saqueo de energía y espacio. En cuanto a la idea de solidaridad con las generaciones futuras, es algo que debe hacer troncharse de risa a los patronos y accionistas de las multinacionales, para quienes el horizonte más lejano es el próximo informe trimestral que determinará la cotización de sus acciones. Y no hablemos de los gestores de fondos de pensiones (...)
Ninguna política de desarrollo sostenible es compatible con la inseguridad, la inestabilidad y la carrera contra el tiempo instantáneo que provoca la dinámica desenfrenada hacia los beneficios, obsesión de los nuevos amos del mundo que son los mercados."

Cassen, Bernard. Catástrofes poco naturales. Le monde diplomatique. Nº53

Potser així podriem intentar resoldre els problemes ecològics, els problemes de repartiment al món, i fins i tot, perquè no? el repartiment de la riquesa al si de les nostres societats desenvolupades, per exemple amb la instaurció de la Renda Bàsica:

Hace tres lustros, y aunque ideas similares pueden rastrearse desde mucho antes, surgió una nueva propuesta contra la pobreza, aparentemente descabellada, con toda seguridad a contracorriente de los dogmas del momento, descarada hasta el insulto y sencilla como toda buena propuesta de reforma social: la Renta Básica (RB). La RB (o subsidio universal garantizado o renta de ciudadanía, como también ha sido bautizado el mismo concepto) es ni más ni menos que un ingreso pagado por el estado a cada miembro de pleno derecho de la sociedad, incluso: si no quiere trabajar de forma remunerada, sin tomar en consideración si es rico o pobre, esto es, independientemente de sus otras posibles fuentes de renta, y sin importar con quién conviva. (...)

También la idea del sufragio universal, la idea de conceder el voto a todos, independientemente de su nivel de renta, de su instrucción, o de su género, tuvo ilustres y respetables enemigos en la derecha (por razones de principio) y en la izquierda (por consideraciones de oportunidad política). Esa "sensata" oposición fue lenta pero vigorosamente barrida de la opinión pública por una idea sencilla y éticamente irresistible. No se puede entender hoy la democracia y la libertad sin el triunfo definitivo del sufragio universal. Tampoco se entenderá en el futuro -o ese es, al menos, mi augurio- la democracia y la libertad sin la renta ciudadana universal, es decir, sin la garantía política del derecho de existencia económica y social a todos los ciudadanos por el mero hecho de serlo.
Daniel Raventós. La renta básica. Un derecho. El país, 1/10/00

Si vols ampliar més la teua formació sobre aquestos temes i coneixer altres experiències educatives pots visitar la pàgina del Centro de recursos educativos del Ministerio de Educació y ciencia. CNICE

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